...un cabezazo, pues el anciano pueblerino era bastante corto de entendederas. Debido a su longevidad, el golpe fue escasamente fuerte, pero sí lo suficiente como para que éste callera conmocionado al suelo mientras la puerta se abría con un lento "ñieeec". Estando el viejo en el suelo, semi-inconsciente, logró entreabrir los ojos a tiempo para vislumbrar una sombra, una espeluzcante y a su vez cálida sombra que se le iba aproximando más y más, respiraba, podía sentir su aliento...

1 comentarios:

Yun dijo...

xDD

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